Hace mucho que los solteros que iban a bares un viernes en la noche para levantar, se acabaron. Y no porque ya no hayan mujeres esperando a que las inviten a un trago y le digan acerca de su encantadora sonrisa, sino porque es muy duro para ellos, es demasiada logística para una operación casi suicida, diría yo; así que hoy en día ellos prefieren tener una cita online. Y no se los digo para que se pongan a crear perfiles en cupido.com o desperadas.net, sino para que consideren que tal vez su próximo romance comience en Tinder y no con piropitos en un bar.
Vea le pongo un ejemplo para que nos contextualicemos. Supongamos que usted acabo de terminar con su novio y sin quererlo, volvió a las canchas. Sale con su grupo de amigas un jueves en la noche, puro girls night out, motivada para pescar algo, se pone el vestido más lindo, ese maquillaje que le sale tan bien y está preparada para darlo todo; mejor dicho, usted se puso la diez para golear. Y su amiga le dice: tranquila amiga, hoy levantamos. Pero dan las 12 de la noche y usted sigue bailando en circulito, espantando gringos o, en su defecto, feos. Le pasa la de cenicienta: sin zapatos ni príncipe. Y no es que usted se haya echado repelente, es solo que usted está entusada y no está lista para hacerle caritas al primer gallinazo que aparezca.
“Pues abra tinder”, dice una amiga. “Es simple: bajas la aplicación, creas un perfil sincronizado con Facebook para que sea más ‘confiable’ y empiezas a dar corazones o equis”.
Los hombres lo aman porque le pueden dar like a todas, esperando a ver cuál cae y usted se ahorra las ampollas en los pies y la depresión post fiesta por no haber levantado. Pero que quede claro que el problema no es que usted esté mal, sino que se puso a encontrarle las mil y una cualidades al petardo de su ex. Y no es su culpa, a todas nos ha pasado que sonaba una canción y solo podíamos pensar en las veces que la bailamos con él.
Así que mejor quédese en su casa dando likes, puede estar en pijama comiendo helado, con el pelo desarreglado y una camisa ancha, y al final solo le van a hablar los que a usted le parecieron bonitos. Nadie le va a ir a contar a su ex que usted estuvo en intento de levante, le puede hacer cuantos pantallazos quiera para mandarles a sus amigas y por ahí derecho hacerle una buena stalkeada antes de que él, la pase a Whatsapp. Ahí no tiene nada que perder.
Eso sí, en el momento en que decida salir con el tipo, mucho cuidado; porque, en la mayoria de los casos, ellos solo buscan sexo y pues puede ser que usted también, solo que con mensajes de buenas noches y cancioncitas de amor. Usted quiere un clavo y ellos gozan creyéndose los chayannes de la red.Así que haga lo que yo hice; póngase cuquitos lindos y disfrute, pero recuerde que el amor online es un “vamos a ver qué pasa”; mejor dicho un man con filtro cambia mucho; y puede ser que encuentre el príncipe azul, pero también puede ser que solo se la quieran comer.
Yo solo les doy un consejo, creerse la dura en relaciones casuales, no es para todas; pero si deciden hacerlo desempolven el casco, ese de cuando le quitaron las rueditas a la bicicleta, porque de pronto se quedan sin frenos en esa búsqueda del amor verdadero.
Espero que hayan disfrutado el post y aquí les dejo este videito para que se rían de este cuento de hadas moderno: Tinder.