¡Todas hemos salido con un tibio! Esos manes que no se definen, esos que te escriben un día y al otro se desaparecen, esos que te presentan a la mamá y luego ni te saludan, esos que podemos poner en la categoría de “raros”.
El diccionario muy sabiamente dice que es “aquel que se comporta con indiferencia y se muestra poco fervoroso o poco afectuoso”. Para mi es un bobazo que no es ni frío, ni caliente, que no podemos definir y que por eso nos desvela.
Lamentablemente y pese años de evolución femenina, estos especímenes son los que más nos gustan, y aunque la lógica nos grita: -¡Correeeeeeee!, nuestra intrincada naturaleza nos convierte en un ser totalmente irracional cada vez que nos escribe.
Siendo muy sinceras a ellos hay algo sobre ti que no les cuadra, algo les da cierta inseguridad y no se logran decidir, y por más que tú te la pases dándole “señales” de qué te mueres por él y eres lo mejor que le ha pasado, la relación no avanza más allá de los puntos suspensivos.
El problema con estos manes es que ¡nunca va a funcionar!, por más que lo intentes, por más que cambies, mejores o lo que sea, nunca va a funcionar porque como dice la película “simplemente no le gustas tanto”, no lo convences y la verdad nada bueno sale de una relación forzada en la qué uno no sé siente suficiente.
Con ellos, nunca vas a saber que tienen, ni que son, ni nada de nada, porque claramente su comportamiento te indica que siente amor/odio/desinterés/amistad/pasión/ganasdevomitar/nosabenoresponde.
Es un tipo mal interpretable, uno de esos que te dice “te pensé” y puede significar 25 cosas al tiempo, y la verdad no nacimos para mártires como para estar jugando a leer la mente y preguntarnos cada minuto del tiempo ¿qué le pasa?, porque según entiendo a la única que le debe venir en una relación es a nosotras.
Estos hombres son bastante manipuladores, y como dicen por ahí “te vieron la cara de boba”, pues saben que siempre vas a estar por ahí con fichito en mano, esperando que sea tu turno. El man es un IDIOTA, de esos con letra mayúscula, porque además de tóxico, inseguro, manipulador, inmaduro, etc, etc, etc, ¡te gusta! Y ahí ya perdiste el año.
Lo importante acá es entender que el problema no es el man, sino nuestro delirio de Cristobal Colon colonizando tierras desconocidas. Así que si algún día te metieras con él, sería la receta del fracaso.
El man nunca va a querer estar contigo, siempre va a encontrar algo mejor y vos siempre te vas a sentir la más bobaza del mundo. Así que perdón por la cachetada de realidad, pero debemos dejar de pensar que este tipo de hombres van cambiar, porque la realidad es que no, así que tipo Tinder mejor swipe left y déjalo ir.