Por: MªL
Hablar ¡a cuquito quitao! o ¡a calzón quitao!, como diría el dicho popular, no es algo para todo el mundo. No se trata solo de liberarse de los prejuicios morales, muy comunes en nuestra sociedad machista que aunque cada vez da más cabida a mujeres como nosotras, sin pelos en la lengua, sigue cohibiendo no solo nuestros temas de conversación, sino también nuestra manera de actuar.
En mi opinión, es a cuquito quitao, que ocurren las mejores cosas de la vida, esas que te hacen quedar sin aliento. Y no me refiero solo al disfrute del sexo, o por lo menos no al sexo por el sexo, (¿¡y por qué no!?), me refiero a que cuando te bajan los cuquitos, no solo te estas liberando de tu ropa interior, te liberas de una de las cosas que nos diferencia de los otros animales (sí, lo somos): El vestir.
Y es que hacerlo tiene mucho significado, con las prendas que caen, cae también la culpa, la vergüenza, y logramos ser por momentos iguales, como lo éramos antes de que Eva mordiera la manzana ¡divina ignorancia!, piel erizada y sudorosa, y el instinto que transpira a través de ella. El resto de la historia ya la conocen, fueron desterrados del paraíso y es desde entonces que tratamos de alcanzar un poco de él, al desnudarnos, al volvernos iguales, al no distinguir lo bueno de lo malo, lo femenino de lo masculino, al no dejar de sentir esa culpa que tanto cohíbe nuestras almas.
Es ¡a cuquito quitao! que nos hablan muchas de las nuevas publicaciones, donde son expresados con libertad temas tabú como el sexo, el derecho a abortar, la virginidad, la pornografía, la masturbación femenina, entre otros.
Con un tono más que provocativo y audaz, revistas como VICE son pioneras de esta nueva tendencia de sobreinformación inadecuada (eso diría la mayoría), que habiendo iniciado en Montreal con el único fin de vender ropa, acabó por dejar de lado los trapitos para dedicarse a hacer revuelo con contenido picante y retador, ¡ojo! rayando siempre en el límite. Por otro lado tenemos a ODISEO, nombrada por ID como “La revista española de erotismo sofisticado”, quien se quita los cuquitos con un poquito más de clase y prefiere escribir sobre temas como diseño, arte, humor e identidad colectiva.
Lo cierto es que el dicho popular, va en camino a convertirse en una tendencia, que está dando sus frutos; tal vez porque, aunque muchos quieran negarlo, y más que a veces, a menudo, nos estorban los cuquitos.
Por último quiero recordarles que ¡a cuquito quitao! los concibió su mamá y su papá, y ¡a cuquito quitao! vinieron al mundo. Entonces hay que dejar de creer que estar vestido es más natural y comenzar a vivir la vida ¡a calzón quitao! sin tapujos, ni juicios y más importante sin olvidar no tomárselo tan literal.
¿O sí?
¡Tú decides!
Soy Maria Luisa Ballen, pero quienes me conocen me llaman Mal.
Diseñadora de modas de profesión y de pasión escritora. Mi amor por la escritura me ha llevado a explorar otros campos como la redacción publicitaria en la que trabajo actualmente. Tengo además un posgrado en estilismo de moda y publicidad. Amo la poesía, el arte y todo lo que rodea este mundo creativo.
Mi estilo al escribir es crudo pero hermoso, amo la verdad de las cosas en su estado más natural.
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