¡Yo odio estar sola!, pero entiéndase sola como “solo solito solo” sin novio, fuck buddy, amiguito con derechos, ni nada; mejor dicho usted tiene el mismísimo fenómeno del niño (caliente y sin nadie que la moje).
Forever Alone
Y, no lo odio, porque tenga alguna desviación asociada al complejo de Edipo, y no sé qué cosas freudianas raras, -mujer-dependiente-necesito-un-hombre-para-ser-feliz; sino porque estar con alguien es muy rico, amor libre (of course) o sexo sin dramas, sí usted lo prefiere. Pues para mí, levantarme con mensajitos en el celular o con unos cuantos likes coquetones de «ese huevo quiere sal», es una maravilla.
Y es que entremos a definir algo: una cosa es estar soltera y otra sola.
Soltera dícese de ¡estoy buena y lo sé!💁🏻. La propia Miss Independent “le importa poco lo que piense la gente, andan en un combo todas irreverentes”- como diría Maluma. Nadie que joda, coqueteo por Instagram, pico el ojito por Snapchat, voy a todos los planes y me doy uno que otro besito «porque si» (eso si nada de andar mostrándole los cuquitos a todos, porque así no les juego).
Sin embargo cuando la soltería supera el año y medio o dos años, uno se cuestiona y dice: – What’s wrong! Y posiblemente salimos de la categoría de solteras y nos empezamos a sentir solas.
Estar sola por definición es: “nadie me cae, todos me odian, como gusanitos”, pero ¡aclaro! esa es una bobada que se nos mete a la cabeza o estado psicológico que no es real. Como bien puede haber dicho Pablo Coelho, en uno de sus libros, ¡nadie está solo!
En fin, el punto es que, dicho sentimiento es bastante tedioso; pues uno entra a ser, lo que llamaremos «soltera y sin compromiso». Una especie femenina, en la que su relación más estable es con la cuenta de pago del celular, aunque los datos se gastan chismociando en Facebook y no planillando manes en Whatsapp.
Dicha situación, en mi experiencia, solo es bueno en canciones de reguetón y sus derivados. Puesto que, ser «la parcerita», el mal tercio, la invitada obligada por tu bff y su novio (él ya sabe que uno hace parte de la relación) o, en su defecto, la más religiosa cuando dicen plan de niñas, ¡ES UNA MAMERA! (con mayúscula sostenida).
Porque, aquí entre nos, uno reza para que todas vayan solas y a ninguna se le ocurra tirarse el comentario de: -«puedo ir con Juan«, pues acto seguido, ya también va «Mateo» «Facundo» «Pedro» y los demás susodichos correspondientes. Para las solteras y sin compromiso, es como si la vida nos cacheteara y nos dijera:- «hola, estás sola».
Y creería yo (puede que esté equivocada), todas o por lo menos la mayoría, hemos pasado por una época en donde parece que nos echamos repelente para hombres cada mañana.
Vemos a nuestras amigas las enamoradas (esas que andan felices celebrando cuanta bobada hace el mamarracho de turno), o a esas «solteras» que viven con más pretendientes que la mismísima Kendall, y no sabemos cuáles nos fastidian más.
Obvio porque nos recuerdan a “las solteras y sin compromiso” promedio, que no nos cae ni la lluvia. No estamos mal, pero tampoco estamos bien del todo; pues al retardado -efecto de Valium de cupido-le dio por el bullying y la cogió con nosotras.
Nos arreglamos, pestañina va, pestañina viene, estrenamos vestido, labial de Mac, hidratación de pelo; en fin la rutina completa (porque el tiempo es nuestro y podemos hacer lo que queramos), pero salimos a la calle, listas para partir corazones, y «baia,baia» hay malas noticias: -¡la depilada de piernas se perdió! Empaque y vámonos, porque lo único que levantamos, fue “gripa” por salir con el escote al aire.
Cuquitos combinados y piernas depiladas… sexo asegurado.
Para rematar la mala racha, con el único correspondiente masculino que intercambiamos palabras fue con el feo Chayan Baygon -«que no me hable, que no me hable, que no me hable: me habló»; y mientras todos bailan, nosotras somos esa, la que está sentada en el mueble, revisando Instagram, para pretender que habla con alguien (admítanlo sé que lo han hecho).
Es una etapa muy dura, no crean, porque uno está todo el tiempo cuestionándose ¿estoy fea, estoy gorda, tengo bigote, que pasaaaaaa? Hasta esa conocida menos linda tiene machuque y uno nada.
Y es que, hablando de sexo, esa es una de las peores cosas de la situación: ¡No S-E-X!, pero waiiiiiit, por más solas que estemos ¡noooooo! nos metamos con alguien “por no dejar”. Pues una cosa es querer sexo y otra muy diferente, darlo esperando formar una relación a punta de Kama Sutra.
Baje Tinder (que déjenme decirles, ha desmejorado muchooooooo y se volvió bastante regular, pero igual aquí encuentra el manual), métase a algún cursito mixto o salga con sus amigas las solteras (no las lobas desesperadas, sino las chéveres entradoras) y vera que cuando este desprevenida llega alguien y le da una sorpresita.
Por otro lado, les cuento que este sentimiento “soltera y sin compromiso”, pueden ser los daños colaterales de «la terminada» o break-up (como les suene más bonito). Algo así como las etapas del duelo, y se las voy a explicar.
1.Negación: Lagrimeo, magdalena sin freno o recién terminada. Es cuando uno acabó de terminar con el man (encarrete, novio, tinieblo, ex- malucón, lo que sea); y le salió letrerito de “game over”.
Scream Queens (2015)
Usted, supuestamente, ya le echó tierra al muerto, pero véase acá leyendo esto, con tarro de helado en mano y lágrima en mejilla.
Todo es horrible, es un mundo oscuro, con palpitaciones cada vez que suena el celular (de pronto me habla) y un torbellino de emociones.
Nos sentimos feas, nos echamos la culpa y no nos la creemos todavía. Lo extrañamos y sentimos que aún hay posibilidades de volver.
2.Rabia: En esta etapa somos las propias mujeres empoderadas con actitud de “me acabe de cortar el pelo y no quiero volver a saber nada de los hombres, todos son unos retrasados y los odio forever” ¿ya la identificaron?
Ese es, un momento que se tiene, dependiendo de cómo haya sido la ruptura amorosa; y uno lo que quiere es dejar de llorar, ponerse linda y hacerle saber a, cuánto hombre se le pasa por el camino, que son unos completos pendejos.
Los detesta a todos y son los culpables de cualquier suceso en el mundo.
Are you lost?
3.Fase de negociación: Uno vuelve a las canchas, ya si quiere que le hablen los manes, y piensa: ¡que rico una llamadita! y disfruta de un mensajito mañanero.
Pensamos que esta vez, vamos a hacer las cosas diferentes y que necesitamos una relación sana. En otras palabras, uno es el propio líder de los diálogos de paz y quiere como libro de auto superación, “ser feliz sin depender» o whathever.
Tomada de #WeHeartIt
4.La depresión: Usted sale de rumba, pero no le gusta nadie; son feos o babosos, y ahí entre “no me cae nadie” y “🎶porque tan solitaria- 🎶esta indiferencia tuya🎵”, usted ha vuelto a pensar en Ramón, lo extraña y se siente, tal cual, tristeza la de Inside Out. 😩😩😩
Película «Inside Out» (2015)
5.Finalmente llega la luz al final del túnel o aceptación: “Soy soltera y hago lo que quiero💃🏻”; pues ya lloró, ya odió, ya putió, ya compró zapatos y cuquitos. Y, menos mal, se volvió a sentir bien, feliz, enfocada y con ganas.
En este punto, es cuando llega un nuevo amor y, sin saber como ni cuando, usted ya está publicando fotos con el perro y la mamá del man.
Escena de la película «Amigos con derechos» (2011)
Así que ya saben, la única solución cuando uno se siente «solo», queridas amigas, es relajarse y ponerle buena actitud. Pues como dicen por ahí «una mente ocupada no extraña a nadie» , no llama ex-novios sin futuro y no se da látigo cada que puede.
No estén solas, sean solteras; dedíquense tiempo, síganse depilando las piernas y dejen de pensar en lo que pudo ser y no fué.
Haga cosas que le gusten, cursito de cocina o intente las puntas californianas; eso siiii, el «que busca nunca encuentra» y la que «muestra el hambre no come». Entonces <<take it easy>>, que tal vez, no encuentran a prince charmming👱🏼, pero si les llega un gordito, que las haga felices, que les diga que están lindas y las haga reír.💕